CASTELL DE MONTSORIU
Presidiendo una de la
colinas que rodean Breda, esta el Castell
de Montsoriu. Actualmente está en rehabilitación, ya que durante años el
vandalismo ha hecho mella y casi no ha dejado nada, pero desde hace ya unos
cuantos años, cada verano hay campamentos de estudiantes que excavan, restauran
y ayudan en su mantenimiento. También desde los ayuntamientos (Breda, Sant
Feliu de Buixalleu, Arbúcies y Riells i Viabrea) circundantes se organizan
visitas guiadas.
Un poco de su historia:
Aparece documentado desde 1002 en una donación
de tierras a Monestir de Sant Cugat del Vallès. En 1033 se casa Ermessenda de Montsoriu, hija del
Vescomte de Girona, con Guerau I de
Cabrera, fundadores del Monestir de Sant Salvador de Breda, centro del Vescomtat dels Cabrera-Girona. En el
año 1053 cuando se produce la donación del castell de Soriu, se cambia
definitivamente el titulo de Vescomte de Girona por el de Cabrera, a partir de
Guerau III (1145-1180).
El castillo fue
residencia de los Vescomtes de Cabrera, viviendo épocas de esplendor quan los
señores eran dueños de grandes extensiones de tierras y castillos que iban aumentando
con su fidelidad a los reyes.
A partir del siglo XV, el
castillos sufre una decadencia progresiva con el traslado de la familia al
castillo de Sant Joan de Blanes, i sobre todo por los estragos provocados por
la “Guerra dels remences” durante
los años 1462-1472.
Entre los años 1566-1574,
debido a las grandes deudas acumuladas por los Cabrera, se ven obligados a
vender sus bienes a Francesc I de Montcada. Después de varios cambios de
titularidad pasa a monos de los Duques de Medinacieli en el año 1757.
Durante la Guerra del Francés
en los años 1808-1814, fue ocupado por tropas francesas, más tarde también fue
ocupado por militares en la Primera guerra carlina (1833-1840).
Desde el año 1998 el
castillo es propiedad del “Consell Comarcal de La Selva”.
Leyendas sobre el
castillo:
· El tesoro del Castell de
Montsoriu
Quien quiera ganar una
fortuna, cada año durante la noche de Sant Joan, cuando empiezan a tocar las
campanas de la población de Breda a medianoche, se abre una puerta del
castillo, se tiene que entrar con la primera campanada i tratar de llenar un
saco de grano de trigo y “sego”, salir antes de la última campanada. Todo ello
con una calavera en una mano y un cirio encendido cabeza abajo en la otra y
andar de espaldas. Con el saco lleno correr hasta pasar el rio sin mirar lo que
hay en el saco. Si se siguen estas instrucciones el grano se convertirá en oro
y plata, si por el contrario gana la curiosidad y se abre antes el “sego” se convertirá
en arena i el trigo en piedras.
Si no has podido salir
del castillo, tendrás que esperar hasta la media noche de Sant Joan del próximo
año.
· La bruja Guilleuma
Cerca del castillo hay una
roca con una pisada marcada, que según cuentan se debe a Doña Guilleuma. Años
ha, esta dama, gran pecadora, fue condenada a vivir en las ruinas del castillo
como alma en pena, causando tormentas y gritos terroríficos cada atardecer, y
con la ayuda de sus sirvientas, todas ellas vestidas de blanco, provocar la pérdida
de las cosechas. Los habitantes de los alrededores hartos de ella, determinaron
llamar al Obispo, que conjuro a los malos espíritus con agua bendita y dio un
plazo a Guilleuma para precipitarse en las profundidades del Gorg Negre de Gualba, pasando
previamente por el Pic de Morou. Al
hacer el impulso para lanzarse,
dejo marcado su pie en la roca “La Petxa de Sant Salvi” o de “Donya Guilleuma”.
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